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sábado, 15 de diciembre de 2012

Las tres Españas



Antonio Machado, en sus inmortales y certeros versos, hablaba de la existencia de dos Españas, “españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Así ha sido siempre la historia de este país, un tira y afloja constante, desde los tiemos de los íberos no hemos aprendido nada, la lucha intestina sigue vigente entre la España que construye y la España que destruye.
Sin embargo, esta situación de equilibrio desequilibrado sería insostenible sin la existencia de una tercera España: la España que consiente, la que mira sin ver, la que calla, la que otorga, la que, aunque a su alrededor se destruya o se construya, no hace absolutamente nada, la España indolente, la España que pasa.
A esa España se refirió Mari-ano hace unas semanas, esa mayoría silenciosa que no sale a las calles, para justificar la bonanza del estrangulamiento al que está sometiendo a la mayoría de la sociedad española. Si no salen más que cuatro gatos, como ellos dicen, será que vamos por el buen camino. Porque claro, dan por supuesto que si no protestas, estás de acuerdo: si te quedas en casa, compartes los tijeretazos del gobierno. Asientes con entusiasmo cada vez que el gobierno anuncia otro recorte u otro tasazo brutal.
Mari-ano se equivoca, también aquí.
Esa España a la que se refiere, esa España que no está en la calle, no comparte en su totalidad sus políticas estranguladoras. La España de Mari-ano, sí, esa España está feliz cada vez que se privatiza un servicio público; pero la otra España que tampoco está en la calle, es esa tercera España de la que estamos hablando, a la que le da igual ocho que ochenta. Esa España que no se altera pase lo que pase a su alrededor.
¿Hay tropas napoleónicas? Pues muy bien. ¿Se afrancesa la mitad del país mientras otra parte grita “¡Vivan las cadenas!”? Estupendo. ¿Se hacen escuelas por doquier? Fenomenal. ¿Se les da la educación a los curas? Maravilloso. ¿Se encarcela, tortura, fusila o expulsa a los que protestan? A mí, plim. ¿Recortan derechos sociales? Mu rico.
Decía  Martin Luther King, “no me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena”. Esa buena gente buena que forma parte de la tercera y pasiva España.

Bienvenidos a Radio Tocata, un espacio en el que os animamos a que os posicionéis. Nosotros os esperamos en la calle.

La imagen que acompaña este artículo procede de esta página

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